Las espinacas son uno de los vegetales con una gran variedad de beneficios para la salud gracias al aporte de minerales, vitaminas, pigmentos y Fito nutrientes en el que se incluye potasio, magnesio, zinc, hierro o calcio. Se trata de una planta que queda perfecta en las ensaladas o en determinados platos. Además, uno de sus muchos atractivos es que a pesar de que es una planta que se suele plantar en otoño o primavera, puede resistir inclemencias meteorológicas. En este nuevo artículo de Espacio Vegetal te vamos a mostrar cómo cultivar espinacas en casa con macetas.
Antes de empezar con la forma de cultivar espinacas, es importante que conozcas todas las ventajas que tienen para la salud esta simpática hortaliza. Aquí van algunas de sus ventajas más destacables:
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Después de hacer un leve repaso de todo lo que este magnífico vegetal nos puede aportar, vamos a explicar de qué manera podemos cultivar espinacas en el hogar. Bien si vives en una casa pequeña o en un piso nada te va a impedir cultivar tus propias hortalizas. De hecho, el tener un huerto urbano para la gente que no dispone de terrenos ni parcelas, se perfila como una de las mejores maneras de comer sano y practicar una actividad beneficiosa para el entorno (aunque vivas en una ciudad) y para el bienestar de las personas. Si este es tu caso, puedes sembrar espinacas con macetas. En Espacio Vegetal te recomendamos que utilices macetas textiles ya que se trata de una nueva forma más útil para tus cultivos.
En principio, se podrían sembrar todo el año, siempre y cuando las temperaturas no sean demasiado altas. Pero por encima de todo, hay dos épocas más recomendadas para su plantación, a finales de verano y en el otoño o a finales del invierno o principios de la primavera. Si siembras al final del verano cuenta dos meses para recolectarlas y lo mismo si siembras al final del invierno.
En el caso de que plantes en otoño, elige la variedad “espinaca gigante de invierno” ya que esta variedad se caracteriza por su gran desarrollo y sus hojas carnosas. Para el resto del año, puedes utilizar espinacas butterfly.
En Espacio Vegetal fabricamos macetas textiles especiales para el cultivo de todo tipo de vegetales y plantas aromáticas. Pero, ¿Qué son las macetas de tela? Se trata de una nueva forma de cultivar y que se está extendiendo por toda Europa. Se trata de mini huertos urbanos que responden a las necesidades de las personas que quieren cultivar en casa.
A través de estas macetas, podrás cultivar en tu patio, terraza e incluso dentro de tu casa. Además, al estar fabricadas con un tejido especial, son ideales como sustitutas de las macetas tradicionales como las de plástico o de cerámica por su ligereza y flexibilidad.
Estas son algunas de las principales características que convierten a las macetas de tela para cultivar en casa una elección perfecta.
Las espinacas crecen mejor con suelos húmedos y ricos en nuetrientes. Una de las cosas más importantes para tener éxito en la siembra de la espinaca es que el suelo que esté muy suelto retenga muy bien la humedad pero que al mismo tiempo no tengan charcos y que sea de alto contenido en nutrientes. Si en tu caso, la tierra que tienes para la maceta está muy arcillosa, lo mejor será añadirle compost o estiércol maduro y de esta manera la tierra estará más suelta al aportarle nitrógeno. Asimismo, vigila el PH de la tierra ya que si está por encima de 6.7, las espinacas no te crecerán. En ese caso háchale un poco de cal hasta llegar a un PH entre 6 y 6.5.
Como te habrás imaginado, esta es una de las principales diferencias de cultivar en un terreno a tener que cultivar en casa ya que, aunque esta planta huye de las altas temperaturas, necesita grandes cantidades de luz para sobrevivir. Normalmente aconsejamos tener la maceta textil en terrazas o balcones pero si éste no es tu caso, procura al menos dejar la maceta al lado de una ventana donde entre el sol ya que la producción en una zona de sombra parcial no será tan productiva como en otra a pleno sol.
Llena de tierra y de compost hasta un poco más de la mitad de la maceta. Ahora siembra las semillas aproximadamente a 2 cm de profundidad y con una separación aproximada de 3 cm entre semilla y semilla. A continuación, cubre las semillas con tierra y aplánala levemente. Solamente asegura que las semillas no se exponen a la intemperie.
Riego de la espinaca
Como hemos mencionado anteriormente, la espinaca necesita humedad pero tampoco en exceso. En el caso de que la maceta la tengas dentro de casa, tendrás que ser muy constante y procurar que nunca le falte agua. En el caso que esté en el balcón, absorberá el agua de la lluvia pero con eso no es suficiente. Es preferible que riegues en una regadera para no dañar la semilla.
A medida que vayan creciendo, separa las plantas para que se toquen lo menos posible y no compitan por el espacio. De hecho, en el caso de que una ya esté bastante crecida, es mejor arrancarla y dejar paso a las demás.
Si observas que pasan las semanas y tus espinacas no crecen, puedes añadir distintos nutrientes como el mantillo, harina de alfalfa, harina de soya, harina de semillas o más compost.
Cuando las hojas alcancen un tamaño de entre 7 a 10 cm de longitud y de 5 a 7 de ancho es el momento ideal para cosecharlas. Generalmente tendrás que esperar entre 6 y 8 semanas desde la siembra hasta la cosecha final.
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